Blogia

vocessusurrosrumorygritos

Inglés... aprender a hablarlo ( humor)

Web us come ham on

(Huevos con jamón)

Wub us come toss see no

(Huevos con tocino)

Web us tea be us

(Huevos Tibios)

Web us come shore is so

(huevos con chorizo)

Does Staks kit toes door add it toes did Pol Joe

(Dos taquitos doraditos de pollo)

Does stak kit toes did car neat as

(Dos taquitos de carnitas)

 

Pasquín

pasquín

Homero nos cuenta que un guerrero temible como Patroclo, vestido con la armadura de Aquiles y empuñando su espada, parecía invencible. Sin embargo, en la lucha de Patroclo contra Héctor, los dioses inclinaron su balanza a favor de este último: Apolo lo golpeó y Héctor le dio muerte. Mucho más de un milenio más tarde, en el siglo XVI, al echar los cimientos de un palacio en Roma, se descubrió cerca de la Piazza Navona un antiguo grupo escultórico que representaba a Menelao llevándose el cuerpo de Patroclo.

En esa época se puso de moda en la ciudad pegar libelos en el pedestal de aquella estatua, generalmente contra los papas y los cardenales. La escultura estaba situada enfrente del taller de un sastre de nombre Pasquino, que era conocido por sus críticas extremadamente mordaces contra las autoridades más encumbradas. Es probable que el sastre Pasquino haya sido el iniciador de la costumbre, al pegar allí sus escritos, que desde entonces tomaron su nombre. Con el desarrollo de la prensa en la época contemporánea, la palabra italiana pasquinata, tomada del nombre de Pasquino, y que llegó al español como pasquín, pasó a designar a los diarios sensacionalistas y, generalmente, calumniadores.

Ricardo Soca

http://www.elcastellano.org/palabra.php

calentamiento global

Problema del gas metano en el recalentamiento global


Clima:  La bomba de relojería del metano es descubierta.

 

Los científicos han descubierto la prueba que los lechos marinos del Ártico empiezan a liberar en la atmósfera millones de toneladas de metano, un gas de efecto invernadero 20 veces más poderosas que el dióxido de carbono. Los investigadores han podido observar el hervor provocado por el gas en la superficie del mar.

The Independent, ha tenido conocimiento de una parte de los primeros resultados conseguidos, que sugieren que el gas metano contenido en los enormes yacimientos submarinos en el Ártico se escapa hacia la superficie con motivo del recalentamiento y de la desaparición de los hielos.

El comportamiento de estas reservas subterráneas de metano, reviste una mayor importancia pues los científicos piensan que su liberación súbita en la atmósfera haya provocado un aumento rápido de la temperatura terrenal en el pasado, ocasionando los trastornos del clima y también una extinción masiva de especies. Los científicos embarcados a bordo de un barco científico que ha navegado sobre todas las costas del Norte de Rusia han descubierto  las mayores concentraciones de metano – activo, de vez en cuando hasta 100 veces los niveles habituales - sobre muchas zonas, cubriendo los millares de kilómetros cuadrados sobre la plataforma continental siberiana.

Durante estos últimos días, los investigadores han observado en las zonas donde el mar burbujeaba bajo el efecto de las burbujas de gas ascendente de ellas, "contaminadas de metano"  emergiendo de los lechos marinos. Estiman que el panel de pergélisol submarino que actuaba como una "tapadera", impidiendo al gas ser liberado, se ha fundido en algunas partes y ha permitido al metano escaparse de los depósitos que se habían formado antes de la última edad glaciar.

Los investigadores se ponen en guardia sobre el hecho que este fenómeno podría estar atado al recalentamiento rápido que ha conocido la región durante los últimos años.

El metano es un gas, en que el efecto invernadero es alrededor de 20 veces más poderosas que el dióxido de carbono y numerosos científicos temen que su liberación podría acelerar el recalentamiento del planeta por el sesgo de un gigantesco desarrollo de retroacción en que el metano vertido en la atmósfera provocaría una elevación de las temperaturas, lo que agravaría la fundición del pergélisol y liberaría todavía más gas.

Se estima que la cantidad de metano atrapada bajo el Ártico es superior a la cantidad total de carbono contenido en las reservas mundiales de carbón. Es pues, de primera importancia que estos depósitos se queden estables en el acto, en esta región que se calienta a un ritmo más rápido que las otras partes de la Tierra.

Orjan Gustafsson, uno de los responsables del mensaje, describe la amplitud de las emisiones de metano observado en un informe enviado desde el navío científico ruso Smirnitskyi Jacob.

"Hemos trabajado febrilmente para acabar el programa de la toma de muestras ayer y la noche última", escribe el Dr. Gustafsson. "  Una vasta zona de intensa liberación de metano ha sido descubierta. Sobre los anteriores sitios habíamos observado las fuertes concentraciones de metano disuelto. Ayer, por primera vez, hemos observado una zona donde la liberación es tan intensa que el metano no ha tenido el tiempo de disolverse en el agua marina, pero llega bajo la forma de burbujas de metano a la superficie. Están contaminadas con metano,  han sido observadas sobre el ecosonda y con los instrumentos sísmicos. "En ciertos lugares, las concentraciones de metano alcanzaban 100 veces los niveles habituales. Estas anomalías han sido comprobadas en el mar de Siberia oriental y el mar de Laptev. Se refieren a muchas decenas de millares de kilómetros cuadrados, y totalizan los millones de toneladas de metano, ha declarado el Dr. Gustafsson “Eso podría ser del mismo orden de tamaño que lo que se estima para el conjunto de los océanos actualmente”. Indica “Nadie sabe cuántas otras zonas existen sobre la gran plataforma continental de la Siberia oriental”

"La hipótesis habitual era que la  tapadera"  de pergélisol sobre los sedimentos submarinos de la plataforma continental siberiana podía retener estos enormes yacimientos de metano. El aumento de las observaciones de liberación de metano en esta región inaccesible puede dar a pensar que el pergélisol, la tapadera, empieza a ser perforado y deja liberar pues el metano... El pergélisol presenta ahora los pequeños agujeros. Hemos comprobado los niveles elevados de metano sobre la superficie del agua y más todavía en el agua justamente por debajo. Es evidente que la fuente procede de los lechos marinos.  Los resultados preliminares del estudio en la plataforma siberiana 2008, durante la preparación para su publicación por el American Geophysical Unión, son supervisados por Igor Semiletov del departamento de Lejano Oriente de la academia rusa de las Ciencias. Desde 1994, ha dirigido alrededor de 10 misiones en el mar de Laptev. Durante los años 1990, no se habían detectado los niveles elevados de metano, pero desde el 2003, se ha determinado un aumento del número de "puntos calientes"  de metano, que es confirmado en lo adelante por los instrumentos más sensibles que están presentes a bordo del Jacob Smirnitskyi.

El Dr. Semiletov sugiere muchas razones, pudiendo explicar por qué el metano del Ártico se escapa en lo adelante debido al aumento del volumen de las aguas relativamente más calientes que son rechazadas de los cursos de agua siberianos con motivo de la fundición del pergélisol terrestre.

La región del Ártico en su conjunto ha conocido una alza de las temperaturas medias de 4 grados centígrados durante los últimos decenios, con una decadencia espectacular de la extensión cubierta por la banquisa durante el verano. Numerosos científicos temen que la desaparición de la banquisa pueda acelerar la tendencia al recalentamiento climático pues el océano absorbe más el calor del Sol, cosa que no lo hace la superficie reflejante del hielo.

 

[Journal-aipl] L.I.E.S.I173

<aipl@free.fr> 

journal-aipl@sos2.info

 Enviado  por quimica440@yahho.com Sr Pedro castillo

cristobal era soltero ( humor)

¡¡ERA SOLTERO!!
Si Cristóbal Colón hubiese tenido una esposa, habría tenido que oir:
 
 
-¿Y por qué tienes que ir tú?
 
 
- ¿Y por qué no mandan a otro?
 
 
- ¡Todo lo ves redondo! ¿Estas loco o eres idiota?
 
 
- ¡No conoces ni a mi familia y vas a descubrir el nuevo mundo!
 
 
- ¿Y sólo van a viajar hombres? ¿Me crees imbécil?
 
 
- ¿Y por qué no puedo ir yo si tú eres el jefe?
 
 
- ¡Desgraciado, ya no sabes qué inventar para estar fuera de casa!
 
 
- ¡Si cruzas esa puerta yo me voy con mi madre! ¡Sinvergüenza!
 
 
- ¿Y quién es esa tal María? ¿Qué Pinta? ¡Y la muy hija de xxx se hace la Santa!
 
 
- ¿Y dices que es una Niña?... ¡Vete a la mierda!
 
 
- ¡Todo lo tenías planeado, maldito! Vas a encontrarte con unas indias rameras.
 
 
- ¿A mí me vas engañar?
 
 
- ¿Qué la Reina Isabel va a vender sus joyas para que viajes? ¿Me crees tonta o qué?¿Qué tienes con esa vieja zangana? ¡¡LA MUY ZORRA!!
 
 
- ¡No permitiré que vayas a ningún lado!
 
 
- No va a pasar nada si el mundo sigue plano. Así que no te vistas que ¡¡¡no vas!!!
 
 

 Definitivamente...ERA SOLTERO...

capricornio méxico maricela luján

            

 

 

 CAPRICHORNIO      Serie relatos astrológicos

                                                                 por Maricela Luján

 

 

Mi  traje gris oxford   Armani  es ideal para la reunión con el  Director…y los zapatos suizos Bally que compré en Vancouver… la corbata que combina mejor es la  lisa color vino, de seda italiana que me regaló Eunice…creo que causaré una buena impresión… ya estoy imaginando al lambiscón del secretario particular diciéndome:

 ¿ Cómo está Licenciado? ¡ Que gusto de verlo por acá de nuevo !

Pase por aquí Licenciado, enseguida lo recibirá mi jefe …a ese tipo de burócratas los detesto, tan acartonados …pero el día que les hagas un desaire no te lo perdonan nunca, y tarde ò temprano te lo hacen pagar… en fin, mañana será otro día y ya veremos que resulta de esta concertasesión. ( sic )

Eunice su mujer,   percibió a Atenor  toda la noche inquieto.

 Daba vueltas una y otra vez en la cama.

-Atenor, quieres un Valium ?  Necesitas dormir, - le dijo - tienes que estar completamente lúcido en  tu reunión con el Director.

Al despertar por la mañana, tenía la pesadez y malestar de no haber descansado bien.

- me siento como debe sentirse una araña fumigada- se dijo mientras el agua caliente de la regadera, le daba un masaje benéfico en la espalda.

Se vistió, tomó un café expreso doble,( confirmó que su cafetera italiana era indispensable ) se despidió de su mujer  y llegó anticipadamente a la reunión gubernamental tan esperada pero tan temida.

 

-Hoy no tiene buena cara, Licenciado – fue uno de los comentarios del secretario particular, y por cierto, esta observación  iba en contrasentido a su acostumbrada lambisconería. Atenor se inquietó.  

¿ Me veré muy mal ?  ò tal vez el Director ha hecho algún comentario inconveniente sobre mi persona ?… si es así éste tipo se siente sin  obligación de quedar bien conmigo…precisamente porque los secretarios particulares saben casi todos los secretos de su jefe… e interactúan  en relación a esa información… quizá tengo que leer entre líneas… porqué me dijo:?  “ hoy no tiene buena cara, Licenciado”

 Uno de los miedos secretos  de Atenor ( y el de todos los Capricornio ) era hacer el ridículo. No podía evitarlo.

En medio de sus cavilaciones, de repente la puerta se abrió y entró el Director.

 

-¡ Mi querido Atenor, tanto tiempo sin verte !

- Me gusta tu corbata vino, es indudable que los hombres que usan corbatas de colores sólidos adoran el poder, y no les gusta compartirlo. - ¿ Es cierto ?

  Sin esperar respuesta le ofreció un sillón,

- Vamos a platicar, tenemos tiempo – Que esperen los del sindicato que están haciendo guardia afuera del edificio, quieren proponer cambios a la nueva ley de pensiones del IMSS, y exigen también lo de siempre, mejor abasto en medicinas.

¿ Cómo van tus tiendas ?  Recibí la invitación a la inauguración de la tienda 138

pero no pude asistir, ¡ he tenido tanta carga de trabajo que estoy durmiendo cuatro horas diarias,  es increíble lo que te demanda ser un buen servidor público!

 

 

 

 

Atenor Pandiello había cumplido tres años y medio en el cargo, como Administrador General. Y llevaba inauguradas 96 tiendas nuevas.

Cuando él fue llamado por el Director, le había dicho:

- quiero que te hagas cargo de las 42 tiendas, que las administres, y las hagas rentables…pues hoy en día,  representan una lamentable pérdida para el Instituto.

No fue necesario que le explicara más. El empezó a desarrollar un nuevo sistema de trabajo tanto con la gente que trabajaba dentro de las tiendas como con los proveedores que abastecían las mismas.. Llegaba diario a las siete de la mañana a su oficina.

 

De repente volvió al momento presente cuando escuchó decir al Director:

- Atenor, tú sabes bien que te estimo, y desde hace tiempo eres gente de mi equipo y por supuesto de  toda mi confianza,  sé de tu capacidad y de tu entrega al trabajo, sin embargo, no puedo evitar escuchar los comentarios de algunas personas, quizá aquellos a los  que no le simpatizas ò los corroe la envidia por tus logros en el Instituto.

Por ello quisiera saber,  ¿ cómo está eso de la “ mordida oficial del 10 % ” que les exiges a todos los proveedores de las tiendas ?

 

 Atenor Pandiello se turbó levemente, pero no perdió ni un ápice el aplomo, como corresponde a los signos de tierra gobernados por Saturno.

 Era Capricornio, el signo de la cabra.

Es ocioso decir que los Capricornio trabajan persistentemente, sin pausa, y se las arreglan para digerir insultos, presiones, decepciones y obligaciones con tanta calma como la cabra digiere latas oxidadas, vidrios rotos y cartones.

Como ella, tienen el estómago de hierro, y sus cuernos son peligrosos.

 Su lema es YO USO, o  YO UTILIZO.

 

- Carlos, empezaré por el principio para explicarme- dijo Atenor con voz grave.

- Cuando me llamaste para que me hiciera cargo de las tiendas, las 42 sucursales en funcionamiento, éstas estaban a punto de la quiebra…hice un análisis a fondo para llegar a ésta conclusión: había que convocar a los proveedores para que se pusieran la camiseta y participaran en el problema. Los reuní a todos y les comuniqué la situación crítica por la que atravesaba la cadena de tiendas…les solicité su apoyo en dos sentidos: que nos dieran un plazo más largo para los pagos de sus facturas y que otorgaran un descuento especial del 10% en todas las compras que les haríamos a partir de aquel día.

 Les comuniqué que éste 10% se destinaría a un fondo especial  para la creación de nuevas tiendas, y por supuesto tendría una justificación fiscal.  Les aseguré que conforme fuera creciendo ese fondo logrado con sus aportaciones, ellos tendrían más puntos de venta y su facturado iría aumentando gradualmente, así que a mediano y largo plazo iba a ser mucho mejor para sus empresas.

 Casi todos estuvieron de acuerdo, y así lo hicimos.

- Como ves, los resultados de este plan nos dan en tres años y medio que llevo al frente de las tiendas, un crecimiento del 230%.  Pedí el apoyo a los proveedores para sanear las tiendas y ellos ahora, han resultado beneficiados con este plan, ya que hoy en día sus ventas han aumentado considerablemente. Creo que ninguno está inconforme.

-No sólo eso Carlos, - acotó emocionado Atenor - sino que a la fecha,  nuestro balance está en números negros,  puedes hacer una auditoría en cualquier momento-

 

 

 

 

Esta explicación convenció ampliamente al Director.

 El prestigio del Lic. Atenor Pandiello  subió como la espuma.

 Esa misma semana,  diseñó una nueva estrategia para negociar con  los proveedores.

 Cuando le pedían cita, los programaba de acuerdo a bloques de veinte entrevistados. Cuando llega cada uno, la secretaría lo pasaba sin preámbulos a un salón donde ya estaban apoltronados varios  proveedores.

A la hora fijada para la junta, el Lic. Pandiello llegaba al salón , saludaba a todos y agradecía su puntual asistencia ( se sentaba siempre a la cabecera de la mesa de juntas ) y les pedía uno a uno que trataran abiertamente su asunto.

 

 – En ésta oficina no hay secretos ni misterios- les decía con un malicioso brillo en la mirada- El proveedor en turno empezaba a exponer su asunto, sin importar cual fuera

 y  tenía que aceptar un quórum de diecinueve proveedores colegas que escuchaban atentos a manera de testigos, el tema que lo ocupaba.

  En una ocasión, Atenor increpó al fabricante de las bolsas de plástico que se utilizaban en  las tiendas para empacar la mercancía.. Estaba furioso y le soltó sin más:

- Nos estás  surtiendo bolsas con un calibre más bajo del que acordamos, y recibo reportes de muchas tiendas que las bolsas se desfondan con el peso de las  latas de alimentos, así es que, te solicito que  mandes de inmediato a recoger devoluciones de tus bolsas, absolutamente de todas las tiendas!

 ¡ No acepto un proveedor que trate de timarme a mi ó  al Instituto  !

 - Queda claro que a partir de hoy, tu empresa no será más proveedora nuestra -

 

 Mientras tanto, los otros diecinueve fabricantes veían y escuchaban.

Y sin duda, ponían sus barbas a remojar.

 Ese era el fin de reunirlos a todos juntos.

 Atenor Pandiello, Capricornio al fin, no le preocupaba que  lo consideraran un dictador ò un caprichoso.

 -Es mejor ser temido a ser amado- admirador de Maquiavelo, era una de sus frases favoritas.

Alguna vez, un amigo le había preguntado:

 ¿ No te asusta el poder Atenor ? Y su respuesta hizo época:

 No, no me asusta el poder. Me asusta dejar de tenerlo.

 

                                          Comentarios:  lujanmaricela@yahoo.com.mx

 

                                       

 

 

                                                                                   

                                                                                   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

cuento chino

UN CUENTO CHINO
Jien Yu pregunto a Xui Fan:
- ¿Qué hay de cierto en lo que comentan sobre la muerte de Zhuang?
- No sé a qué te refieres – respondió Xui Fan - . Zhuang murió en la fiesta en honor al aniversario del duque de Wei. Nada incierto o dudoso hay en esto, es un hecho sabido.
- Me refiero – dijo Jien Yu- a lo que comentan los seguidores de Qun. Cierto es que se produjo la muerte de Zhuang, mientras Zhao Wen tocaba el chin y Hui zi disputaba, apoyado en su parasol, sobre la unidad y la dualidad, pero lo que comentan los hombres del pueblo es que nadie se preocupo de esa muerte y que esa muerte no vino por el agotamiento de sus vísceras y de su espíritu, sino por el cuchillo afilado que el duque de Wei hizo hundir en su espalda.
Xui Fan se echó a reír y un pájaro, asustado por sus carcajadas, alzó el vuelo.
- Zhuang tenía gran amistad con el duque de Wei. Durante la fiesta quiso espantar a una mosca que, desconocedora de la cortesía debida a un noble, no cesaba de importunar alrededor de la cabeza del duque. Esté, sin embargo, se espantó ante los manotazos de su servidor y cegado por el vino, destrozo la cabeza y el pecho de Zhuang. Aquel mandarín había obrado movido por su amor al duque, más las consecuencias no pudieron ser más desastrosas; ¿no es, pues, menester ser prudentes?
Jien Yu se revolvió en su asiento, atribulado, antes de volver a importunar a Xui Fan.
- No obstante, Qun se pavonea con musicales lamentos del destino aciago de Zhuang y no lo encuentra gracioso. Dice que además los invitados continuaron al poco del asesinato con la fiesta, como si nada hubiera ocurrido.
- ¿Y qué es lo que ocurrió? En el mar del Norte hay un pez cuyo nombre es Kun, cuyo ancho es superior a los límites del estado de Yan y cuyo largo es casi incontable. Y hay un pájaro, nombrado Peng, cuyas espaldas semejan a la cordillera del Taishan, y sus alas a las nubes que ocultan el cielo. Y, sin embargo, son tan solo dos briznas de hierba. Ji respondió a Tang que más allá de lo ilimitado sigue sin haber límites. En un espacio sin límites hay un número ilimitado de Jien Yu y de Xui Fan teniendo esta misma conversación en un ilimitado número de mundos y un número ilimitado de Zhuang que ya murieron al nacer, o que son emperador o en realidad son una mariposa que sueña. En un espacio sin límites, ¿qué importa el Kun, el Peng o la muerte de este Zhuang?
De todas maneras, te lo explicare. El anciano Shi había pedido ser relevado del servicio, en vista de lo cual Wei nombró a Zhuang. Grandes cacerías y banquetes llenaban entonces los días del condado de Lu. Los de Qi enviaron una orquesta de mujeres y por tres días no hubo audiencia en la corte; por esto mismo el tonto de Qun, avergonzado, se marchó de allí inmediatamente, antes de poder presenciar la muerte de Zhuang. Cuando esta se produjo, los amigos se apartaron, las mujeres se vistieron y los músicos callaron. Hasta Hui zi, apoyado en su parasol, calló. La cólera del duque de Wei se desvaneció, dejando paso a la conciencia de su culpa, al dolor y a la desesperación. Se tendió a llorar y a lamentarse, gritando el nombre de su amigo asesinado. Los invitados, preocupados por el duque, se reunieron para juzgar su muerte y fallar que su muerte había sido justa. Dijéronse que fue culpa del vino, de la oscuridad, hasta del propio Zhuang. Nos pasamos la vida lisonjeando y adulando a los duques; embellecemos nuestros discursos con metáforas y adornos para ganarnos a la gente, y nunca y en nada reconocemos nuestro mal obrar. Decimos para nosotros mismos que todos los hombres son malvados o idiotas, cuando el colmo de la estupidez es no reconocer que somos parte de ese vulgo inmenso. Cuidamos de nuestra ropa, concertamos sus colores, adornamos nuestro aspecto, y lo hacemos para agradar a otros, no para nosotros y nuestra comodidad o dignidad. Entonces, Hui zi se acerco a los invitados, dejando caer su parasol. Expuso, para despejar la inocencia de Wei, el dialogo donde la Sombra no sabe dar razón de sus movimientos a la quieta Penumbra, aunque intuye que sus movimientos dependen en realidad de otro, del cuerpo del que ella es mera proyección, y no de ella misma. Del mismo modo, arguyo, los hombres actuamos no por nuestra voluntad, sino movidos por pasiones y opiniones sobre las que no tenemos ninguna potestad ni control absoluto, de la misma manera que no hemos podido decidir nacer con más de nueve orificios o seis vísceras, o nacer como el duque de Wei o el loco Yangcheng. Un perro rabioso mata al hijo de su amo, ¿cómo podemos culparle de ser lo que es? ¿Acaso, si al millón de criaturas le hubiera sido dado elegir su destino y conformación natural y moral no estaríamos ahora en un mundo poblado por un millón de emperadores?
- ¿Entonces, es eso lo que ocurrió, maestro? Pregunto, por última vez, Jien Yu.
- ¿Qué se yo lo que ocurrió? Digamos que también es posible que Zhuang fuera una mariposa que soñaba que era mandarín y que la muerte de Zhuang fue el despertar de la mariposa de un mal sueño; o que lo único que ocurrió fue la muerte de Zhuang, nada más. ¿Por qué este interés de Jien Yu en la causalidad? Sí Liji, la hermosa hija del guardián de la frontera, te ofreciera compartir su lecho y comer sus exquisitos manjares, ¿te demorarías en establecer las causas de semejante acción? Al hombre perfecto le son indiferentes semejantes distinciones, no se preocupa de la infinita operación de diez mil causas entreveradas.
Tras esta conversación, Jien Yu abandono para siempre a su maestro Xui Fan, el tercer duque de Wei y asesino inexcusable de Zhuang, hermano mayor del antiguo alumno Jien Yu.

la actitud mental

Nuestras actitudes mentales matizan nuestro mundo subjetivo, de tal manera de canalizar todo cuanto somos, sentimos y pensamos; es por ello la gran importancia de transformarnos en seres positivos, porque de esta forma seremos más felices y sobre todo podremos ayudar mejor a nuestros semejantes.

 

 

 

 

Cuando una persona por diferentes motivos estructura en su mente una actitud negativa, empieza a morir en vida, realmente se encuentra como dormida ante la realidad maravillosa que la envuelve por doquier.

 

 

 

 

¿Escogemos nosotros nuestra actitud ante la vida?, de nosotros depende el tipo de actitud mental que tenemos, sin embargo esto no lo hacemos consciente, ni voluntariamente, vamos formando nuestras actitudes con las experiencias que hemos vivido, somos un resultado de lo que nos ha sucedido y de cómo hemos interpretado esa realidad. Esto es importante, porque quizá no podamos cambiar  las circunstancias a nuestro alrededor, pero siempre podremos cambiar la manera de percibir, sentir y comprender dicha realidad.

 

 

 

 

Lo que tratamos de aprender es el cómo poder transformar nuestra actitud mental, de negativa o semi-negativa en positiva, sabemos que esto es posible y deseable.

 

 

 

 

¿Qué necesitamos para lograr lo anterior?, primero el deseo o la necesidad del cambio, muchas veces se requiere caer muy bajo, estar en el fondo de la desesperación, para realmente querer salir adelante, es cuando el ser que está caído clama desde el fondo de su alma, por esa ayuda especial para poder respirar y volver a vivir.

 

 

 

 

En segundo lugar necesitamos un plan de acción concreto y específico, que nos muestre el camino hasta nuestra meta final: la creación de una nueva actitud mental.

 

 

 

 

Y en tercer lugar, la acción, firme y persistente para ir avanzando gradualmente, sin prisa pero sin pausa al logro de nuestras aspiraciones más profundas y sentidas.

 

 

 

 

El deseo, un plan de trabajo y la acción, son la trinidad para conseguir todo cuanto necesitamos en nuestra vida personal.

 

 

 

 

Precisamente todo cuanto hemos estudiado ha tenido como objetivo el ir formando y estructurando nuestra actitud mental, de una manera más positiva para el bien de nuestros semejantes, de nuestro entorno ambiental y de nosotros mismos.

 

 

 

 

Para practicar lo anterior recomendamos esta sencilla práctica:

 

 

 

 

1. Pensar y sentir algo muy positivo y revisar su expresión corporal, se puede caminar o estar sentado. Por ejemplo: imaginar alguna situación donde nos sentimos perfectamente bien, cuando todo nos resultó favorable y benéfico.

 

 

 

 

2. Pensar y sentir algo muy negativo y revisar su expresión corporal, se puede caminar o estar sentado.

 

 

 

 

3. Ahora, sin cambiar los pensamientos, comenzamos a transformar nuestra expresión corporal, asumiendo una actitud positiva como en la primera parte del ejercicio (punto 1.). Notaremos inmediatamente que al cambiar la expresión corporal, cambia también el contenido mental.

 

 

 

 

 

 

 

 

 Autor: Rolando Leal.  www.librosenred. com/ld/roleal/

 

 Del libro: APRENDE A SER FELIZ controlando tus emociones.

 

El Acusado / cuento

Como iba solo en su cochecito, no tenía más aliciente que la velocidad; volaba -en dirección a Suez- sobre una cinta de asfalto ceñida por arenas. En el paisaje nada mitigaba el pálpito de soledad, ni había novedad alguna que le hiciese más llevadera su semanal ida y vuelta. Divisó a lo lejos un colosal vehículo de transporte. Le dio alcance y redujo la marcha de su Ramsés para continuar cerca y al ritmo del coloso. Era un camión cisterna del tamaño de una locomotora. Un ciclista iba agarrado a su borde trasero, y daba, de vez en cuando, una patada en la rueda, tan tranquilo. Cantaba. ¿De dónde vendría? ¿A dónde iría? ¿Habría podido hacer tanto camino de no hallar un vehículo que tirase de él? Sonrió admirado y le vio con simpatía. Dejaron atrás, a la derecha, unas lomas, y enseguida entraron en una zona verde, sembrada de maíz y rodeada de pastizales, donde pacían cabras. Redujo aún más la velocidad para gozar de aquel verde jugoso, y entonces un grito desgarró el silencio.

Con sobresalto volvió la cara hacia delante, a tiempo de ver cómo la rueda del camión, imperturbable, enganchaba a bicicleta y ciclista. Soltó un grito de horror y chilló para advertir al camionero. Detuvo luego su coche, a dos metros de la bicicleta, y se bajó sin pensar y sin que sus gritos hubiesen alcanzado al camión. Se acercó espantado al lugar del accidente y vio el cuerpo tendido sobre el costado izquierdo, con el brazo moreno apuntando hacia él; una mano pequeña, que asomaba por la camisa -polvorienta, lo mismo que la piel-, estaba cubierta de rasguños y heridas. De la cara no se le veía más que la mejilla derecha. Las piernas ceñían aún la bicicleta. El pantalón, gris, estaba desgarrado y salpicado de sangre. Las ruedas se habían roto, los radios estaban retorcidos y una guía del manillar desquiciada. Una respiración, fatigosa, forzada, inquieta, ocupaba el pecho de la víctima, que aparentaba unos veinte años o muy poco más. Se le contrajo la cara y los ojos se le fijaron en una expresión de pena y compasión, pero no supo qué hacer. En aquel descampado se sentía impotente. Descartó la idea que primero le vino a las mientes de llevarle a su coche. Y finalmente se libró de su confusión decidiendo tomar su automóvil y salir en pos del vehículo culpable. Quizá en el camino encontrase un puesto de vigilancia o de control y pudiese informar del accidente. Marchó hacia su coche y se disponía a subir cuando oyó unos gritos que decían:

-Quieto... no te muevas...

Se volvió y pudo ver a un grupo de labradores corriendo hacia él. Venían de los sembrados. Algunos llevaban garrotes, otros piedras. Contuvo el impulso de montarse -no fuera que la emprendieran a pedradas- y les esperó asustado por su crítica situación. Los rostros torvos, agresivos, le disiparon cualquier esperanza de entendimiento. Tendió la mano veloz a la guantera y sacó su pistola, apuntándoles y gritando con voz estremecida:

-¡Quietos!

Se dio cuenta, con fulgurante y agitada percepción, que aquella actitud había cerrado todavía más cualquier esperanza de comprensión futura, pero tampoco había tenido tiempo de obrar con reflexión. Cedieron en su carrera y, finalmente, se pararon del todo a unos diez metros, en los ojos una mirada torva y resentida. Ardía en sus fulgores la inesperada desventaja de encontrarse ante un arma. Los rostros tenían un aspecto oscuro, hosco, subrayado por los rayos del sol. Las manos crispadas en torno a los garrotes y las piedras, y los pies enormes, descalzos, clavados en el asfalto Uno dijo:

-¿Piensas matarnos como a él?

-Yo no lo he matado. Ni le he tocado siquiera, quien lo atropelló fue el camión cisterna.

-Fue tu coche... tú...

-No lo habéis visto...

-Todo...

-Me estáis impidiendo que alcance al culpable...

-Tú lo que quieres es huir...

Había aumentado la rabia. Había aumentado el miedo. La idea de poder verse obligado a disparar le producía angustias de muerte. Matar, que el homicidio le llevase a una pendiente. ¿Cómo borrar la pesadilla si no estaba durmiendo?

-De verdad que no he sido yo quien le ha atropellado. He visto perfectamente cómo el camión le aplastaba...

-Aquí no hay más culpable que tú...

-Habría que llegarse al Hospital más cercano...

-Intenta.

-Al puesto de Policía...

-Intenta.

-¿Es que vamos a esperar sentados hasta que la verdad resplandezca?

-Si no te escapas ya lo creo que resplandecerá.

-Válgame Dios, ¿por qué tanta tozudez?

-¿Por qué le has matado?

¡Qué tremendo problema; qué tremenda falsedad! Cuándo acabaría aquel infernal compás de espera. El sufrimiento sin paliativo, el miedo, las ideas frenéticas. ¿Por qué se detuvo? ¿Cómo demostrar la verdad? El mismo conductor del camión no se enteró de nada. Ni la menor esperanza que todo aquel maldito lío fuese una pesadilla.

Del caído llegó una queja, seguida de un ay gangoso y un largo gruñido. Después, otra vez silencio. Uno chilló:

-¡Dios tiene que castigarte!...

-Dios castigará al culpable...

-Tú has sido...

-¿Me habría parado de ser culpable?

-Creíste que no había nadie...

-Creí que podía ayudarle...

-Buena ayuda...

-Es inútil hablar con vosotros.

-Bien inútil.

Si les daba la espalda un solo instante, las piedras le aplastarían. No había más remedio que aguantar en el trance. Imposible perseguir al camionazo. Él, sólo él quedaba en prenda. Y si no mantuviese un resquicio de esperanza, aquello sería el horror de los horrores. ¿Cómo se van a establecer las responsabilidades? ¿O a determinar el castigo? ¿Podrá salvarse el pobre accidentado? Su mirada manifestaba espanto, las de ellos un rencor obstinado.

Dos vehículos aparecieron allá en el horizonte. Al verlos acercarse respiró aliviado. Una ambulancia y un coche patrulla se pararon en el lugar del accidente. Los camilleros marcharon hacia la bicicleta sin demora. Los del grupo les rodearon. Zafaron las piernas de la víctima delicadamente y le trasladaron al coche con sumo cuidado. Y sin esperar más se fueron por donde habían venido. La policía alejó a los del grupo y el inspector procedió a examinar el lugar sin decir palabra. Tras un lapso se volvió al hombre y preguntó:

-¿Fue usted?

Los labradores se encargaron de contestarle a gritos, pero el inspector ordenó silencio con un gesto de la mano, mientras le examinaba. Repuso:

-No. Yo iba detrás de un camión cisterna al que el ciclista se agarraba. Un grito me alarmó y cuando miré, le vi bajo la rueda.

Gritaron casi todos.

-Él le atropelló...

-No lo atropellé. Vi cómo pasaba...

Nuevo griterío. El inspector atronó:

-¡Orden!

Y le preguntó:

-¿Vio cómo se producía el accidente?...

-No. Cuando me volví al grito ya estaba la bicicleta debajo de la rueda.

-¿Cómo había ido a parar allí?

-No sé.

-¿Y luego qué hizo?

-Paré para ver cómo estaba y qué se podía hacer. Se me ocurrió salir detrás del camión pero entonces aparecieron éstos corriendo hacia mí, con garrotes y piedras, y no tuve más remedio que tenerles a raya con el arma.

-¿Tiene licencia?

-Sí, soy pagador en Suez y viajo mucho.

El inspector se volvió hacia los labradores y les preguntó:

-¿Por qué sospecháis de él?

Gritaron, quitándose la palabra de la boca:

-Porque vimos perfectamente lo que hizo y no le dejamos escapar...

El hombre dijo angustiado:

-Es mentira, no vieron nada.

El inspector ordenó a un agente quedarse vigilando y a otro avisar al fiscal mientras se trasladaba con todos a Jefatura, para escribir el atestado. Tanto Alí Musa como los labradores mantuvieron sus declaraciones. Alí empezaba a dudar de que la investigación fuese a poner en claro la verdad. De la víctima salió a luz el nombre: Ayyad al-Yaáfari, y que era vendedor ambulante, en tratos con casi todos aquellos labradores. Alí Musa preguntaba:

-¿Me habría parado si fuera culpable?

El inspector contestó fríamente:

-Atropellar a alguien y huir no son cosas que se sigan necesariamente.

Más espera. Los labradores en cuclillas. Alí Musa ocupó una silla con permiso del inspector. El tiempo transcurría lento, doloroso, espeso. Acabado el atestado, el inspector se desentendió de ellos. Nada de aquel asunto parecía ir con él y se puso a matar el rato leyendo la prensa. ¿Por qué tendrían los labradores aquel empeño en culparle? Lo peor es que mantenían su testimonio con la misma limpieza que si fueran sinceros. ¿Sería todo un espejismo? ¿Sería que, como suele suceder, uno habría lanzado aquella versión del accidente y los demás le seguían como ciegos?... Ay... la única esperanza es que no muera Ayyad al-Yaáfari. ¿Qué otro puede sacarle de aquella pesadilla con una simple palabra? Se dirigió al inspector, cortés y anhelante:

-¿Podríamos averiguar si hay esperanzas con el accidentado?

El inspector le miró hosco, pero se puso en comunicación con el Hospital por teléfono. Después de colgar, manifestó:

-Está en el quirófano, ha perdido mucha sangre... imposible hacer pronósticos...

Tras dudarlo unos momentos preguntó:

-¿Cuándo llegará el fiscal?

-Ya se enterará cuando llegue.

Dijo, como hablando para sí:

-¿Cómo puede uno verse envuelto en tales situaciones?

El inspector contestó, mientras retornaba al periódico:

-Usted sabrá.

Volvió a quedar horriblemente solo, y a examinar el lugar con enojo. Aquellos labradores estaban empeñados en condenarle, pero quizá lograra que la sentencia se volviera contra ellos. Y el inspector le considera, por rutina, culpable. Una ciega fuerza anónima quería destruirle inconscientemente. Tenía a sus espaldas muchas culpas, pero resultaba absurdo, a todas luces, ser atrapado en un embrollo. Suspiró quedamente:

-Ay, Señor.

Y casi todos le hicieron eco, por motivos diversos:

-Ay, Señor.

Fuera de sí, les chilló:

-No tenéis conciencia.

Y ellos chillaron también:

-Dios es testigo, canalla...

El inspector sacó la cara de entre las hojas del periódico y dijo malhumorado:

-Vale... vale... no tolero esto...

Alí dijo excitado:

-De no ser por esta infame mentira, a estas horas estaría en mi casa tranquilo...

Uno replicó:

-Si no fuese por tu descuido, el pobre Ayyad podría estar a estas horas tranquilamente en su casa...

El inspector les miró de un modo que les dejó sin habla. Reinó la calma, el dolor de la espera empeoró. El tiempo pasaba como si anduviese para atrás. Alí no pudo soportar más la tensión y se vio impulsado a recurrir otra vez al inspector, preguntándole en el colmo de la cortesía:

-Señor, no puede hacerse idea lo que siento causarle esta molestia, pero, ¿puedo saber cuándo vendrá el fiscal?

Le contestó sin dejar el periódico y de mal talante:

-¿Cree que su caso se da todos los días?

No recordaba un sufrimiento igual. Nunca había sentido tan negros barruntos de desastre. Aquella inexplicable malquerencia entre él y los labradores no tiene precedentes. ¿El vasto cielo, bajo el que el accidente se había producido, era también algo sin precedentes? Con el paso del tiempo, el horror y el agobio le habían dominado completamente. Sin reparar en consecuencias, exclamó:

-Señor inspector...

Le cortó como si le hubiese estado esperando:

-¿Se calla?

-Pero es que esta tortura...

-Molestias que han soportado todos cuantos han pasado por esta jefatura desde que se inauguró...

-¿No puede preguntar, al menos, por el herido?

-Me comunicarán cualquier novedad sin que lo pregunte...

Mi vida depende de la tuya, Ayyad. Las apariencias van a burlar la perspicacia del fiscal. ¿Me encarcelarán sin haber hecho nada? ¿Ha ocurrido algo igual jamás? ¡Qué bueno sería poder echarte la culpa encima!, y que te sonrieras con desdén y torpeza. Las lágrimas casi le brotaban y se echa a reír de una forma que a poco lo enajena. Por Dios, recuerda tus culpas y consuélate de este trance, aunque no haya relación alguna. ¿Quién dijo que el caos con el caos se combate?

Veo a esos labradores, a través de un prisma negro que muchas generaciones han tupido, pero, ¡yo no he colaborado en eso! ¿O lo he hecho sin saberlo? Es curioso, estoy pensando por primera vez en mi vida. Y pensaré más todavía cuando me metan entre cuatro paredes. Hoy he trabado conocimiento con cosas que me eran directamente desconocidas: la casualidad, el destino, la suerte, la intención y su resultado, el labrador, el inspector, el effendi, los monzones, el petróleo, los vehículos de transporte, la lectura de la prensa en jefatura, lo que recuerdo y lo que no recuerdo. Sobre todo esto, tengo que meditar más, en singular y en bloque. Hay que empezar a familiarizarse con entender todo, y dominarlo todo, hasta que no quede ninguna cosa sin registrar. Una convulsión no es en sí culpable, lo es la ignorancia. Tú lo único que tienes que hacer desde hoy, es someterte a los dictados del sistema solar y no al oscuro lenguaje de las estrellas. ¿Por qué temes al inspector que lee la página de esquelas y nadie le da el pésame? Y al llegar a este punto gritó desaforado:

-Todo tiene un límite.

El rostro del inspector asomó tras el periódico con expresión desaprobatoria. Entonces le dijo muy serio:

-Usted lee el periódico y no hace nada.

-¿Cómo se atreve?

-Ya ve...

-¡Es que no tiene miedo de...!

-No tengo miedo de nada...

-Le traicionan los nervios, pero tengo remedio para todo.

-¡Yo también tengo remedio para todo!

El inspector se puso de pie y dijo furioso:

-¡¿Usted?!

-Retrasa la presencia del fiscal, no respeta las leyes.

-Le llevo al calabozo.

-¿Es peor que este caos?

-¿Es que quiere recurrir al expediente de locura?

Alí se levantó desafiante, la mirada extraviada. El inspector llamó a los agentes. Entonces sonó el timbre del teléfono. El inspector descolgó y estuvo atento unos momentos. Colgó y miró a Alí con malicia y rencor, disimulando a la par una sonrisa; y le dijo:

-Ha muerto a consecuencia de las heridas. Alí Musa se demudó ligeramente. La mirada maliciosa chocó con otra de cólera ciega. Gritó con voz estremecida:

-La ley aún no ha dicho nada, esperaré...

Biblioteca Digital Ciudad Seva
Cuentos
Poemas
Otros textos
Sobre el arte de narrar