Blogia
vocessusurrosrumorygritos

Trapiche

trapiche

Autores romanos como Catón llamaban trapetus o también trapetum (Ulpiano) a los molinos de aceite, palabra tomada del griego trapetós. El vocablo heleno se había formado a partir del verbo trapéin (pisar la uva). La palabra llegó al castellano hacia comienzos del siglo XVI como trapiche, para designar a los molinos de aceite y a los de azúcar. Fray Bartolomé de las Casas la empleó en su Historia de las Indias (1562):

Después diose a entender en hacerla un vecino de la ciudad de Sancto [sic] Domingo, llamado el bachiller Vellosa, porque era zurujano [sic], natural de la villa de Berlanga, cerca del año de quinientos y diez y seis, el cual hizo [el] primero en aquella ciudad azúcar, hechos algunos instrumentos más convenientes, y así, mejor y más blanca que la primera de la Vega. Y el primero fue que della hizo alfeñique; y yo lo vi. Éste diose muy de propósito a esta granjería y alcanzó a hacer uno que llaman trapiche, que es molino o ingenio que se trae con caballos,  donde las cañas se estrujan o exprimen y se les saca el zumo melifluo de que se hace el azúcar.


Trapiche pasó sin variaciones al portugués de Brasil, mientras que en Italia se formó trappitu en el Sur y trappeto en el Norte.
Cabe añadir que la palabra griega trapein está presente en castellano también en trepidar (temblar) y en intrépido (literalmente, ‘el que no tiembla’).

http://www.elcastellano.org

0 comentarios